Luz en mi

 

 

Cada cierto tiempo ya estoy harta de todo lo que tengo que hacer, con mi paranoia sobre el coronavirus, mis trabajos que parecen ser eternos en la universidad, pegas freelance que me cuestiono si realmente necesito la plata (se me pasa por que si la necesito jeje) y más ahora la práctica, exámenes, titulo y además vida social y amorosa, ya no tengo tiempo para mi, con suerte tengo tiempo para dormir. 

 

Cansada de todo me cuestiono todo lo social, empiezo a pensar teorías locas, de si todos estamos hechos por diferentes moldes, los cuales aunque son pocos, son distintos y que por eso uno siempre encuentra parecido a alguien con otra persona. Se lo cuento a mi novio y me dice que si, que se llama ADN, me bajoneo por que ¡hey! mataste mi teoría que según yo era de lo mejor y explicaría muchas cosas, después de mis tiempos de Salfate y Pedro Engel, quiero ser Luli y le comento a mis amigas decepciones del día y de la vida para poder citar a nuestra Queen y decir “mira lo que te perdiste”. 

 

Y como todos los días, miro a la calle y siempre pasa alguien haciendo deporte, corriendo o calentando, pienso: si, yo también debería hacer deporte, con un cinismo monumental, ya que yo sé, que salir a correr no es lo mío. Menos en pandemia, que tan solo pensar en ir a la farmacia me da una ansiedad tremenda, peor aún cuando debo ir al supermercado, donde la gente no respeta (y nunca ha respetado) tu espacio personal, se lo cuento a alguna de mis amigas y siempre me dicen que es normal, que a todos les pasa, ¿a ti también te pasa?

 

Tengo la suerte de tener un hobby, que me libera un poco de toda la carga de vida, escribir y contar lo que me pasa a través de poemas o canciones. Una vez empezando la universidad nos dijeron que presentáramos sobre lo que más nos apasionaba hacer, unos hicieron charlas de como les apasionaba el fútbol, otros cantaron o bailaron. Yo muy humildemente, le iba a pasar un papel a cada uno (corte esos papeles, hasta los adorne), en ellos debían poner como se sentían y ahí yo diría triunfalmente eso me apasiona a mí, escribir. Tragicómicamente, esto nunca pasó por que enfermé y no fui cuando me tocó presentar, aún tengo los papeles guardados en mi closet, por si alguien los quiere.

 

Luz: 

Pero no todo es malo o desalentador, hay semanas en donde veo la luz, tomo las bombitas de baño y la espuma de durazno de Bombastic que le robo a mi mamá, igual yo se las regalé así que en parte son mías ¿o no funcionan así las cosas? y me doy un merecido tiempo para mi. Abro la ducha y aparece automáticamente mi gatita la Arya, que le gusta el agua, entonces piensa que es para ella, la tengo que sacar del baño, por que sino se va a tirar a la tina, escucho sus maullidos detrás de la puerta pero debo ser firme y no abrirle, esto es un tiempo para mi, la luz de mi semana. 

Comienzo con:

  • Echar la espuma en un pote y le tiro agua con la ducha, con esta técnica me sale muchísima espuma, deberías intentarlo.
  • Saco la bombita de su bolsita y huelo profundamente el aroma tan rico de la bombita, esta vez fue de rosa, por que súper aesthetic igual agua rosada o no.
  • Esto no lo hago siempre, pero esta vez si lo hice, prender velas aromáticas para entrar en un ambiente relajado y prendo unas mini luces que tengo colgando en el espejo del baño. 
  • Pongo música relajante, generalmente lofi.
  • Me meto a la tina y disfruto del tiempo para mi. 

Estoy a lo menos una hora en la tina, por que es lo mínimo que uno se merece, es ahí cuando a pesar de querer pensar en nada, pienso en lo más importante, en mí y en lo valioso que es cuando nos damos un momento para nosotras, nuestro momento de amor propio.  

 

 

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